IRI’s Alex Sutton comments on Venezuelan Elections in El Nuevo Herald

Oposición venezolana ante grandes retos
El Nuevo Herald
Por Antonio Maria Delgado

Las elecciones parlamentarias del domingo dejaron en evidencia el desgaste político que sufre el presidente Hugo Chávez y su Socialismo del Siglo XXI en Venezuela, luego de que más de un 52 por ciento del electorado votó contra los candidatos oficialistas.

No obstante, expertos consultados por El Nuevo Herald dijeron que el camino de la oposición para reconquistar la presidencia en las elecciones del 2012 apenas comienza, y que debe evitar dejarse llevar por el triunfalismo.

“La oposición obtuvo una gran victoria el domingo, pero todavía tiene grandes retos por delante”, dijo desde Washington, D.C., Alex Sutton, director Regional para América Latina del Instituto Internacional Republicano, centro de estudios que analiza el estado de las democracias alrededor del mundo.

El primer reto, comentó Sutton, es mantenerse como un bloque de votación cohesivo y evitar las divisiones que le perjudicaron en el pasado. También destacó la necesidad de ofrecer a los venezolanos políticas alternativas sustantivas, ya que no será suficiente con “no ser Chávez o no ser PSUV” [Partido Socialista Unido de Venezuela].

Los venezolanos votaron masivamente el domingo en unos comicios que marcaron el retorno de la oposición a la contienda por el control del poder legislativo, después de que en el 2005 los partidos adversos al gobierno decidieron boicotear el proceso por considerar que no había garantías para realizar elecciones limpias.

Según datos anunciados en la madrugada del lunes por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el 66.45 por ciento de los 17.5 millones de electores registrados participaron en los comicios para escoger a los nuevos 165 diputados de la Asamblea Nacional (AN).

Las autoridades electorales anunciaron el domingo que el PSUV logró obtener 94 diputados y la oposición sólo alrededor de unos 65 pese a haber conseguido más de un 52 por ciento de los votos.

La divergencia en los resultados es el producto de la ley electoral que aprobó el oficialismo en el 2009, la cual favoreció la representación de los estados menos poblados, donde el chavismo es más fuerte. De manera que 255,000 votos en el poblado estado Zulia ejercieron el mismo peso que 50,000 votos en el selvático estado Amazonas.

Al conocer los resultados, los líderes del oficialismo subrayaron que mantenían la mayoría de diputados, pero el ambiente en sus filas era más bien de derrota.

“Es una lucha larga, es una lucha de todos los días, es una batalla que no termina y estos parlamentarios serán una fuerza importante para continuar la lucha en la construcción del socialismo”, reaccionó el líder oficialista, Aristóbulo Istúriz.

En una rueda de prensa el lunes por la noche, Chávez calificó los resultados de los comicios como una gran victoria de la revolución, al resaltar que el PSUV mantuvo una holgada mayoría en la asamblea. Igualmente, se mostró extrañado de que la oposición esté cantando victoria.

“Sin duda alguna que la fuerza revolucionaria sacó una importante victoria ayer, pero allí están las magos del mundo al revés diciendo que fueron ellos los que ganaron”, dijo.

Pese a haber recibido menos votos debido a la distorsión creada por la nueva ley electoral, líderes de la oposición celebraron los resultados, augurando que este es el comienzo del fin del gobierno de Chávez.

“Ya Chávez tiene el sol en la espalda. Convirtió estas elecciones en un plebiscito y el pueblo le dijo: ‘¡No!’ ”, dijo Pedro Mena, director de la Federación de Organizaciones de Venezolanos en el Exterior (FOVEX). “Le dijeron ‘no’ al Socialismo del Siglo XXI; ‘no’ al socialismo cubano, ‘no’ a las expropiaciones y ‘no’ al totalitarismo”.

Sin embargo, analistas dijeron que aún quedan varios meses por delante y que la oposición debe evitar las divisiones internas que en el pasado jugaron un importante papel en la permanencia de Chávez en el poder.

Rafael Poleo, analista y editor de la revista Zeta y el diario El Nuevo País, de Caracas, dijo que a diferencia de lo que venía ocurriendo en el pasado, los diferentes partidos de la oposición están demostrando que pueden trabajar juntos.

Añadió que esa unión dentro de la Mesa de Unidad Democrática, coalición que agrupa a 16 partidos, fue lo que le permitió a la oposición a capitalizar el creciente descontento en contra de Chávez al presentar propuestas concretas para responder a algunos de los principales problemas que enfrenta el país.

El descontento de los venezolanos ha venido creciendo en los últimos meses en medio de una severa recesión económica, que en el primer trimestre se vio reflejada en una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 3.5 por ciento, la crisis en la generación eléctrica, y una inflación que este año podría superar el 25.1 por ciento registrado en el 2009.
A ello se le suma los altos índices de violencia urbana — 19,000 asesinatos en el 2009 — y un reciente escándalo emblemático: el de las miles de toneladas de alimentos que se pudrieron aguardando a ser distribuidos por los canales estatales.

“La popularidad de Chávez ha caído en 20 puntos porcentuales en las tres elecciones que ha habido”, dijo Poleo. “Si esa tendencia continúa va a perder las elecciones presidenciales del 2012”.

Ese deterioro de popularidad debería motivar a Chávez a cambiar el estilo de confrontación, que ha polarizado a gran parte de la sociedad venezolana, y a dejar de lado sus planes por profundizar sus reformas.

Pero el ex embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Diego Arria, cree que es muy difícil que Chávez cambie de dirección.

“Yo no creo que va a cambiar para nada. Creo que él más bien va a apretar las clavijas. Los próximos 100 días son de una altísima peligrosidad”, dijo Arria en referencia al lapso de tiempo previo a la inauguración de la nueva AN. “El es incapaz de modificar su proyecto, porque hacerlo significa perder el apoyo de los seguidores más radicales que tiene”.

La oposición, por su parte, prevé concentrarse en la búsqueda de soluciones una vez que los nuevos diputados tomen control de la AN en enero.

“Nosotros planteamos la campaña en base de que aquí necesitamos una Asamblea Nacional que funcione, y que sirva de acuerdo a la constitución, e insistimos mucho en eso”, dijo Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática.

Agregó que, además de ser críticos de las políticas de Chávez, también presentaron alternativas.

“El triunfo nuestro, nuestra mayoría de votos populares, no significa una elección presidencial, significa un triunfo de esa opción”, añadió Aveledo.

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