Gobernabilidad Democática: Retos Y Desafíos En Tiempos De Pandemia
Con la continuación de la pandemia del COVID-19, gobiernos alrededor del mundo – especialmente en América Latina y el Caribe – se enfrentan al reto de actualizar sus sistemas de gobernanza para continuar la prestación de servicios. En este blog – originalmente publicado en IQ Latino – el experto Tony Garrastazu del Instituto Republicano Internacional (IRI) analiza los obstáculos que la región debe superar y como el IRI está apoyando la democracia en la región en medio del COVID-19.
La pandemia que nos está azotando ha desafiado, probablemente como nunca antes, a las democracias del mundo. Durante el año 2020, los gobiernos han tenido que dar lo mejor de sí y hacer un gran esfuerzo para enfrentar las consecuencias de un virus destructivo y desconocido, que no sólo afecta nuestra salud sino también la forma en la que nos relacionamos, trabajamos y consumimos.
En el mundo, y más en concreto en América Latina y el Caribe, los gobiernos se enfrentan, a la exigencia de modernizar sus sistemas -principalmente de salud y educación -, consecuencia directa de la pandemia, de incorporar tecnologías a sus procesos y de mejorar así la efectividad de los servicios que brindan.
En el año 2021, el escenario no será muy distinto. El entusiasmo y la expectativa que todos depositamos en este año no debe impedirnos reconocer que los desafíos, lejos de desaparecer, van a acentuarse y a demandar medidas cada vez más eficientes y en el menor tiempo posible. Además, este es un año en el que la mayoría de los países de la región celebrarán elecciones presidenciales -como es el caso de Ecuador, Perú y Chile- o legislativas- como ocurrirá en Argentina, El Salvador y Mexico, entre otras acentuando los retos ya presentes.
Desde el Instituto Republicano Internacional (IRI) trabajamos desde hace más de una década con gobiernos locales y organizaciones civiles de América Latina y el Caribe, con el objetivo de prepararlos en temas de gobernanza democrática.
Ofrecemos entrenamiento y herramientas tecnológicas para que puedan desarrollar sus estrategias, a la vez que promovemos un intercambio de buenas prácticas entre países. Como lo ha demostrado esta pandemia, la cooperación y el intercambio de experiencias es fundamental, no solo para administrar una crisis sanitaria, sino también para replicar modelos de éxito en materia económica, educativa y social, sin perder de vista las particularidades de cada territorio.
También se ha vuelto más evidente la necesidad de que las autoridades de gobierno mantengan un diálogo sustantivo, indistintamente de las especificidades de sus áreas. En todos los países, los Secretarios de Educación han tenido que armar sus propuestas educativas en conversación permanente con los responsables del sistema de salud. Lo mismo ha ocurrido entre gobiernos nacionales y subnacionales que quizás no comparten el mismo espacio político, pero han tenido que zanjar sus diferencias para enfrentar juntos una pandemia y sus consecuencias económicas y sociales.
En estos tiempos difíciles es evidente que ninguna política de gobierno puede ser altamente efectiva si los ciudadanos no participamos de las decisiones y no nos comprometemos con la realidad. ¿Qué hubiese sido de las medidas de aislamiento social para evitar la propagación del Covid-19, si las personas no las acataban?
Y sobre este punto, también en el IRI trabajamos con programas que promueven la participación de la sociedad civil en la vida pública y que apuntan a fortalecer las habilidades de los ciudadanos, creando conciencia sobre los intereses y preocupaciones de la comunidad, para que sean ellos quienes puedan también defenderlos de manera eficaz.
Dicen que en momentos de crisis se abren nuevas oportunidades para colaborar. Para que esta realidad no sea la excepción a la regla, los gobiernos deberán mantener en sus agendas estos desafíos y sellar entre ellos vínculos que perduren más allá de la pandemia.
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