Tres aspectos que ver en las elecciones del 24 de marzo del 2019 en Ecuador
El 24 de marzo, los ecuatorianos votarán en elecciones locales que son la antesala al escenario para las elecciones nacionales de 2021. Los resultados de 2019 determinarán si Ecuador, dentro de un hemisferio inestable, seguirá siendo un aliado clave para los EE. UU. o si regresará a su pasado.
Desde 2007 hasta 2017, el expresidente Rafael Correa y su movimiento “Revolución Ciudadana” dominaron la vida política en Ecuador. Correa fue criticado ampliamente por concentrar, de manera excesiva, la toma de decisiones en el Poder Ejecutivo; afectando la independencia de la Asamblea Nacional, el Poder Judicial y otras instituciones. El actual presidente Moreno, quien fue el sucesor respaldado por Correa, ha marcado una separación de la anterior línea discursiva de gobierno desde que asumió el cargo en 2017.
Moreno ha fortalecido la relación bilateral de Ecuador con Estados Unidos y su participación en diálogos y espacios multilaterales, mientras se aleja de iniciativas como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Moreno también ha promovido reformas en cuanto a la gobernabilidad democrática en Ecuador, incluyendo las siete preguntas planteadas en el Referéndum Constitucional y Consulta Popular del 4 de febrero de 2018; donde más del 65% de los ecuatorianos votaron en favor de revertir muchas de las reformas impulsadas por Correa.
Luego de un año, el 24 de marzo, los ecuatorianos vuelven a las urnas. Aquí, tres aspectos acerca de estas elecciones locales para tener en cuenta.
Efecto los límites de mandato tendrá en las elecciones
Una de las reformas más impactantes del referéndum de 2018 fue el haber redefinido los límites de mandato para todos los funcionarios electos en el país. En diciembre de 2015, el expresidente Correa promulgó una serie de cambios electorales que incluyeron la reelección indefinida del presidente, generando preocupación entre los observadores sobre su posible intento de participar en las elecciones de 2021.
La votación de 2018 no solo revirtió la reelección indefinida para el presidente, sino que también cambió el panorama político para las elecciones locales al aplicar los límites de mandato para todas las autoridades electas por primera vez.
Según la Ley Electoral ecuatoriana (Código de la Democracia), los partidos políticos deben obtener un número mínimo de votos para mantener su personería jurídica y así poder participar en elecciones, incentivando la re-postulación de las mismas autoridades electas como candidatos. La nueva restricción de límite de mandato revirtió esa situación y debería favorecer a la promoción de nuevos candidatos dentro de los partidos.
Eso podría afectar las elecciones a través de dos formas.
En un primer escenario, los partidos deberían apoyar a los liderazgos locales, creando un espectro más diverso de figuras; quienes puedan candidatear por los cargos de elección popular en todos los niveles de gobierno en el país.
Un segundo escenario, evidente en las elecciones actuales, donde los partidos políticos podrían elegir candidatos “populares” que no necesariamente estén bien preparados, como deportistas famosos o personalidades de la farándula.
Elección del CPCCS
La Constitución ecuatoriana de 2008 definió cinco poderes del Estado. Los tres tradicionales –Ejecutivo, Legislativo y Judicial- y dos nuevos: Electoral (Consejo Nacional Electoral – CNE) y Participación Ciudadana (Consejo de Participación Ciudadana y Control Social – CPCCS).
El entonces designado CPCCS fue criticado por haber estado integrado por simpatizantes de Correa y, consecuentemente, por la falta de independencia del Poder Ejecutivo respecto al cumplimiento de sus competencias en cuanto a la designación de las autoridades a cargo de los organismos de control como la Fiscalía General del Estado, la Controlaría General del Estado y otros funcionarios del Poder Electoral y el Poder Judicial.
El 24 de marzo de 2019 será la primera vez en la que los miembros de CPCCS sean elegidos mediante votación popular, de acuerdo con las disposiciones adoptadas tras el Referéndum de 2018. Este cambio evidenció la aparente voluntad política del actual gobierno por promover la transparencia y el fortalecimiento institucional del CPCCS.
Sin embargo, la forma de votación para elegir a los miembros del CPCCS es compleja y confusa. Los 43 candidatos a ser uno de los siete miembros del CPCCS han sido divididos en tres papeletas. Los ciudadanos deberán elegir tres representantes de la papeleta de hombres, tres representantes de la papeleta de mujeres y un representante de la papeleta de minorías étnicas y migrantes. Tanto los candidatos como los ciudadanos han cuestionado esta decisión, pero el CNE consideró que esta división garantizará una representación diversa de los futuros miembros del CPCCS. El CNE tomó a cargo la socialización de la propaganda electoral de los candidatos al CPCCS en televisión y radio a nivel nacional, evitando que realicen una campaña directa que podría estar relacionada con alguna organización política partidista determinada. A pesar de esto, los ciudadanos mencionan un amplio desconocimiento sobre estos candidatos y sus propuestas; además de no entender el sistema de votación a través de las tres papeletas.
La confusión sobre cómo votar por los miembros del CPCCS junto con la crítica de que este organismo ha permitido ejercer una influencia indebida del Ejecutivo sobre la independencia de los otros Poderes del Estado han alentado a políticos y líderes de opinión a impulsar el voto nulo para expresar su descontento contra el CPCCS y promover su eliminación (acción que requeriría de una enmienda o reforma constitucional; o, una nueva Asamblea Constituyente).
La respuesta de los votantes, expresada en las urnas, sobre estas elecciones permitirá conocer la percepción de legitimidad del nuevo CPCCS o un potencial y fortalecido apoyo para su eliminación.
Cambio de escenario para los partidos
Un número récord de 80,281 candidatos competirán por cargos locales de representación popular a nivel provincial, cantonal y parroquial. Con más de 279 partidos y movimientos políticos registrados para estas elecciones, Ecuador tiene ahora el mayor número de organizaciones políticas registradas en América del Sur con un 130.5% de incremento desde las elecciones del 2014.
Por una década, Alianza País (AP) mantuvo una posición dominante sobre el espectro político en Ecuador; donde competía contra una oposición fracturada. A la reciente “explosión” de partidos y candidatos registrados se suma la división de AP, manifestada en el protagonismo de los simpatizantes de Lenín Moreno y el aparecimiento de un nuevo sector político leal a Correa (RC- Revolución Ciudadana) que compite en estas elecciones bajo la personería jurídica del movimiento político Compromiso Social.
La mayoría de las organizaciones políticas en Ecuador (58%) no están asociadas a partidos nacionales sino que representan interes locales a nivel cantonal, municipal o provincial. La proliferación de nuevos partidos puede ser una expresión de un renovado entusiasmo por la participación democratica; sin embargo, también podría generar instituciones más fracturadas, donde coaliciones complejas, políticos inexpertos y no preparados o la falta de consenso traerían dificultades para la gobernabilidad. Las elecciones seccionales de 2019 favorecen naturalmente hacia la elección de organizaciones políticas dirigidas desde lo local; marcando una tendencia al declive de los partidos políticos tradicionales, tendencia que se podría ver más acentuada en las elecciones del 2021.
Pensamientos Finales
Durante los últimos dos años se han implementado cambios positivos en el ambiente político de Ecuador con la renovación de valores e instituciones democráticas. Las elecciones del 24 de marzo de 2019 representan un importante punto de referencia para medir la efectividad de estos cambios; incluyendo el resultado de los cambios adoptados en el Referéndum del 2018.
Las nuevas reglas electorales y el nuevo ambiente político podrían favorecer a una representación política más inclusiva a través de partidos políticos y candidatos más diversos, continuando el distanciamiento de un sistema fuertemente dominado por una sola organización política. Las instituciones que han sido criticadas por servir como extensiones del Poder Ejecutivo, como el CPCCS, podrían obtener una mayor legitimidad y validez como parte de un sistema democrático robusto.
Sin embargo, los resultados de las elecciones locales 2019 también podrían generar efectos negativos para la gobernanza como candidatos y autoridades no preparados y sin experiencia, coaliciones frágiles o una fuerte tendencia ciudadana hacia la implementación de reformas constitucionales.
Estas elecciones definirán el escenario para los próximos dos años, con miras hacia las elecciones nacionales del 2021 y develarán nuevos desafíos y oportunidades para el fortalecimiento de la institucionalidad democrática del país.
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